sábado, 7 de julio de 2018

Diario de Ruthie Maddison, 020. Interrogatorio


Verano del año 28 tras la apertura del Portal Oscuro.


Pasaron días, semanas... y la vida de Ruthie apenas evolucionó. La recuperación de sus heridas y de la anemia fue favorable a pesar de que la segunda le causó más de un mareo y pequeños accidentes de estabilidad, retomó el trabajo con los Prichard, descubrió que Nyel había desarrollado una dependencia por estar con ella bastante malsana que trataba de corregir de forma poco fructífera, tuvo alguna que otra discusión más con Ivano debido a faltas de comunicación, aunque por lo general solían llevarse bien y, por suerte o porque así lo quería su destino, no recibió más ataques en aquel tiempo. Su rutina parecía haberse normalizado por fin tras tantos contratiempos.


Ah, hace bastante que no escribo. A pesar de que nos vemos a menudo, hace unos días volvió a llegarme una de aquellas notas de Ivano, aunque esa vez sí iba firmada. Me citaba en el mismo lago al que me llevó Nyel cuando pasó todo aquello de Justine. Esta vez sí fui, por supuesto.


Pasamos un día agradable. Me llevó de picnic. Estuvimos bromeando, me hace mucha gracia escucharle hablar con la jerga de las granjas gilneanas. A veces no entiendo la mayoría de lo que dice, pero me hace mucha gracia igualmente. Probé varias cosas de comer que no había visto antes. Nunca me bañé en un lago, ni un río, ni el mar… mi madre decía que eso es cosa de plebe y de salvajes, aunque siempre quise hacerlo. Así que él me enseñó a nadar por la tarde. Estuve bastante rato intentándolo y me cansé mucho, pero mereció la pena, me divertí mucho. Me encanta todo lo que le rodea… y pensar que durante mi vida en Gilneas tenía un mundo tan diferente tan cerca de la ciudad…


Después de la comida combatimos y esa vez me ganó él. Luego estuvimos jugando un poco… de vez en cuando bromea con cosas de lobos, refiriéndose a él mismo. Al menos ya no me da miedo escucharle tales bromas. Me dijo que… soy su compañera de manada… Me dijo que tengo corazón de lobo. No sé qué significa eso, en realidad.


No tan agradable fue la citación que me entregó por parte de Anna Verlac, sin embargo. Por lo visto querían que fuera a declarar sobre lo ocurrido cuando lo del disparo. Tampoco me gustó nada que fue Dayana la que ayudó a Ivano a preparar toda aquella comida. Aún con todo intenté pasar un buen día en compañía de él.


Por la noche fuimos a Villa Azora. En esa ocasión pagué yo. Ya no me importaba que Colin nos viese juntos e iniciara sus chismorreos… ya no me importa que sepan que somos pareja.


Esta mañana no tenía ninguna gana de levantarme, a pesar de que Ivano me insistía. Tenía sueño y estaba cansada de la agitada noche, ir a hacer declaraciones no entraba en mis planes. Aunque no me quedaba más remedio. El trabajo que me costó encontrar mi ropa fue una verdadera odisea. Estúpido Ivano...


Por suerte fue Anna Verlac la que me atendió, y no la dichosa Susan, ni Dayana. Le conté todo lo que pude, aunque evité nombrar a Leanfriel. No sé por qué lo he hecho así, pero sé que no debo hablarles de él. Expliqué qué había pasado durante el día de lo de Oliver y los niños, dije lo de los guardias y hasta entregué uno de los virotes usados por aquellos malnacidos para inculpar a Oliver. Tampoco dije nada de los huargen de las montañas. Dudo mucho que a ellos les gustase recibir la visita del ejército, y tampoco podrían aportar demasiado sobre lo ocurrido, así que vi correcto no revelar tampoco su existencia.


Aún con todo, a pesar de ir con la verdad por delante… ojalá arresten a Oliver por aquello de Dayana. Es la excusa perfecta, a ver si así deja de hacer el estúpido por todos lados y deja de meter a la gente en líos.


Ruthie no tardó mucho en dejar de escribir, pues unos sonidos en la cuadra de Nyel la alertaron. El animal había aprendido que golpeando la madera a base de coces, su dueña aparecía mágicamente por el temor de que pudiera romper las tablas o hacerse daño a sí misma, y la dueña aún no había entendido que aquello no era más que un truco de la inteligente yegua.