sábado, 14 de abril de 2018

Diario de Ruthie Maddison, 003. Huyendo de la segunda identidad.


Primavera del año 28 tras la apertura del Portal Oscuro.


Ahora que estaba sola la mayoría del tiempo, se acostumbró a escribir en su diario casi todo lo que vivía. Pasear, explorar las urbes y narrar su vida se habían convertido en sus tres mayores formas de entretenimiento. Por supuesto también pasaba horas y horas pensando cuál era la mejor forma de robar comida en aquel lugar en que la ropa oscura destacaba contra las claras rocas de los muros, huía de elfos y perros, esquivaba gente con pintas de gilneano ante la posibilidad de que fueran huargens, o daba conversación a quien fuera que pareciera con la intención de pasar un largo rato sin hacer nada.


Mi primer viaje a solas fuera de Ventormenta. Mi mayor intención era no encontrarme con aquellos a los que perseguí, pero parece que el mundo es un pañuelo. Mi segunda intención era buscar algún trabajo.


Llegué a una pequeña villa cuyo nombre desconozco y tras dar un corto paseo fui a los establos de una posada, pero no llegué a preguntar por trabajo a quien trabajaba allí. ¿El motivo? Miedo, vergüenza, falta de ánimo... acabé sentándome cerca.


Había una elfa y parecía triste. Y si algo he aprendido durante ese viaje es que no soy la única que ha tenido graves experiencias, y que los elfos no tienen en absoluto la culpa de lo acontecido con los huargens en Gilneas... así que le hablé. Y efectivamente parecía bastante desanimada. Le ofrecí ayuda e intenté animarla, aunque no pudimos charlar demasiado. Llegó aquel guerrero guapo y sádico y no pude sino huir. No fui capaz de disimular, nunca he sabido mentir. No pareció reconocerme, por suerte, así que simplemente me marché.


Ha sido un día totalmente frustrado y vacío, no he conseguido nada, aunque al menos hoy no dormiré oliendo los desechos de la ciudad.


Desgraciadamente aún no he encontrado trabajo.


Aquello no lo escribió, pero había conseguido robar dinero suficiente para hospedarse un par de noches en la posada Orgullo de León. Su plan era buscar trabajo allí hasta encontrar algo a lo que dedicarse dignamente o hasta que se aburriera. No sabía qué llegaría antes.